Aflatoxina B1


Aflatoxina B1

Las aflatoxinas son micotoxinas producidas esencialmente por Aspergillus, exsiten actualmente 18 tipos catalogados, aunque las más tóxicas son B1 y su metabolito M1 (excretado en leche y orina). El hongo puede encontrarse como contaminante natural en los cereales, sobretodo maíz, y oleaginosas (destacando el algodón). Aspergillus se ve favorecido para la producción de aflatoxina si el sustrato es rico y accesible en almidón, zinc y aminoácidos. La producción de la micotoxina se produce fundamentalmente durante el almacenamiento del cereal (25ºC de temperatura óptima) y necesita de un mínimo de presencia de oxigeno.


Es peligrosa tanto para la producción animal como para el consumidor final a través de la leche de rumiantes, de hay que sea actualmente la única micotoxina regulada y catalogada como sustancia indeseable:

Normativa AFB
La prevención comienza con la inhibición del crecimiento del hongo en las plantas evitando factores estresantes como la carencia o exceso de regadío, cosechado y almacenamiento con la humedad adecuada (<15% y 12% respectivamente), evitar la presencia de plagas y una eficaz aplicación de conservantes.

La prevención comienza con la inhibición del crecimiento del hongo en las plantas evitando factores estresantes como la carencia o exceso de regadío, cosechado y almacenamiento con la humedad adecuada (<15% y 12% respectivamente), evitar la presencia de plagas y una eficaz aplicación de conservantes.


DESCONTAMINACION:

  • Física: separación rotos y limpieza de polvo.
  • Química: degradación con amoniaco, y sustancias altamente oxidantes en medio básico.
  • Adsorventes: silicatos, único autorizado como 1m558 Bentonita (>70% esmectita). Interacción con Macrolidos, Coccidiostatos, Vitamina A y carotenos, de hay que sea importante la combinación con otros secuestrantes.
  • VIGILANCIA "in situ" en materias primas y piensos: análisis por ELISA, Rango hasta 50 ppb.
  • VERIFICACION Método oficial: HPLC para la determinación de aflatoxina B1 (RD 2257/1994).

MONOGASTRICOS:
Las aves y los cerdos afectados por intoxicación de aflatoxinas ven reducida su capacidad inmune, lo cual genera eventualmente una disminución de la resistencia a las enfermedades infecciosas, y una reducción a los efectos de vacunación y tratamientos profilácticos. Contenidos de 3 ppb en pienso dieron residuos en el hígado y riñones de los animales, diagnósticando la patologia. Las medidas preventivas para la detoxicación incluye el cambio inmediato del pienso y el uso secuestrante adsorventes (silicatos). La inclusión de 1-2% de arcillas como Bentonita (único registrado en su versión 1m558), zeolita, sepiolita y aluminosilicatos de calcio y sodio hidratados, ligan las aflatoxinas en el tracto digestivo y previenen su absorción, siendo necesario incluir mayores cantidades de vitaminas y aminoácidos azufrados (metionina/cistina) ya que sufren interacciones, por ello una alternativa es la complementación con Tierra de Diatomeas. Existen medidas nutricioanles para disminuir los efectos tóxicos: vitaminas K y D3; suplementos vitamínicos, a.a. y antioxidantes protectores y recuperadores hepáticos; subir nivel de proteina de la dieta especialmente en a.a. azufrados precusores de glutatión que interacciona con las aflatoxina se ha mostrado efectivo.
La aflatoxina puede pasar al huevo como aflatoxicol, aunque su menor toxicidad así como menor transferencia hace que de momento no se destaque como un peligro de Seguridad Alimentaria, siempre y cuando los niveles en el pienso esten dentro de los límites establecidos de 20 ppb para gallinas de puesta.

RUMIANTES:
Se suelen considerar más resistentes ya que existe cierta capacidad detoxificadora por la microflora ruminal. Aunque su principal síndrome es hepatotóxico e inmunosupresión su peligrosidad para la cadena alimentaria deriva de la excreción en leche de rumiantes del metabolíto M1 fuertemente cancerígeno. Los ensilados junto al maíz molido y semilla de algodón, son las principales fuentes de contaminación. La detoxificación mediante el uso de Bentonita registarda 1m558 es recomendable como medida preventiva, pero con el apoyo de productos menos agresivos para la producción como las Tierras de diatomes (Kieselgurh) ,>70% oxido de silicio, capaces de reducir la concentración de AFM1 un leche hasta un 61,2%.
Para una buena gestión de la prevención en vacas y cabras lecheras es fundamental tener indicios del valor del INDICE DE TRANSFERENCIA en la explotación: Relaciona la cantidad de Aflatoxina B1 ingerida en el alimento que mediante el metabolismo aparece en la leche como Aflatoxina M1. La variavilidad del % depende de: dieta, estado fisiológico, nivel productivo, raza y edad. No sigue una secuencia proporcional-lineal, es necesaria la interpolación para llegar a una recta de regresión.

Codex Alimentarius (1997): 0,17 a 3,3%.
EFSA (2004): 1 a 6,2%, valor máximo para una vaca de 40 litros día de producción.
MAGRAMA (2013): 1 a 6%.

Estudios varios:
Ponemos a disposición una sencilla herramienta "teórica" por la que poder predecir la contaminación en leche derivada de una conocida contaminación en el alimento.              
Modelo predictivo de cálculo
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